La iglesia será arrebatada después de la aparición del hombre de pecado y al mismo tiempo que regresa Jesús para juzgar al mundo. Jesus no regresa dos veces.
Esto habla del arrebatamiento de la iglesia:
Mateo 24:31
Él (Jesús) enviará a sus ángeles con un gran sonar de trompeta, y ellos reunirán a los escogidos de él de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Noten ustedes que eso sucede después de lo que se llama "la gran tribulación" (cf. Mateo 24:29), o mejor, un tiempo de tribulación más intensa que todo tiempo anterior.
En Mateo 13, en unos versículos, se habla de ese arrebatamiento de los servidores de Dios, pero en el aspecto que se hará una separación de los malos de los justos:
Mateo 13:49-50
48 Así será el fin del mundo: Saldrán los ángeles y apartarán a los malos de entre los justos, 50 y los echarán en el horno de fuego. Allí habrá llanto y crujir de dientes.
El destino de los malos es el horno de fuego, después de su juicio, en todo caso (puede tomar solo un segundo - Dios sabe); su destino no es permanecer en la tierra para sufrir en la "gran tribulación" después del arrebatabiento de los servidores de Dios.
El hombre de pecado ya ha aparecido. La apóstasia ya ha venido. Está sucediendo ahora. El hombre de pecado no es un hombre en particular sino la humanidad entera bajo el poder del pecado (1 Juan 5:19) porque el evangelio que salva, el que lleva a estar liberado del yugo del pecado, raramenre se predica (2 Timoteo 4:3-4).
Por lo tanto, los ojos de las personas no se están abriendo, no se convierten de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios (Hechos 26:18), debido a la falsa predicación de los muchos falsos profetas que han salido al mundo (1 Juan 4:1, 2 Pedro 2:1-3, 2 Corintios 11:13-15).
El espíritu del anticristo ha estado allí también desde que Juan estaba escribiendo su carta (1 Juan 2:18, 1 Juan 4:3). El anticristo no es tampoco un hombre en particular (un líder mundial) llamado "el Anticristo" (con mayúscula); eso no está en el texto de la Biblia.
Esto habla de apóstasia:
2 Timoteo 4:3-4
3 Porque vendrá el tiempo cuando no soportarán la sana doctrina; más bien, teniendo comezón de oír, amontonarán para sí maestros conforme a sus propias pasiones 5 y, a la vez que apartarán sus oídos de la verdad, se volverán a las fábulas.
Esto habla de la iniquidad que sobreabunda:
Mateo 24:12
y por haberse multiplicado la maldad, se enfriará el amor de muchos.
Y esto ya no está la manera que casi todo el mundo es llamado a unirse a Dios (arrepentimiento al principio como la Biblia lo enseña):
2 Timoteo 2:19
A pesar de todo, el sólido fundamento de Dios queda firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos y “Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre del Señor ”
Hechos 20:20-21
20 Y saben que no he rehuido el anunciarles nada que les fuera útil, y el enseñarles públicamente y de casa en casa, 21 testificando a los judíos y a los griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y la fe en nuestro Señor Jesús.
Santiago 1:21-22
21 Por lo tanto, desechando toda suciedad y la maldad que sobreabunda [eso es el arrepentimiento], reciban con mansedumbre la palabra implantada la cual puede salvar su vida . 22 Pero sean hacedores de la palabra [eso es la fe], y no solamente oidores engañándose a ustedes mismos.
Santiago 4:8
Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Limpien sus manos, pecadores y purifiquen su corazón, ustedes de doble ánimo.
Las palabras de Jesús son esenciales:
Mateo 7:21
No todo el que me dice ‘ Señor, Señor’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Lucas 6:46-49
“¿Por qué me llaman: ‘Señor, Señor’, y no hacen lo que digo? Yo les mostraré a qué es semejante todo aquel que viene a mí y oye mis palabras y las hace. Es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundo y puso los cimientos sobre la roca. Y cuando vino una inundación, el torrente golpeó con ímpetu contra aquella casa y no la pudo mover porque había sido bien construida. Pero el que oye y no hace es semejante a un hombre que edificó su casa sobre tierra, sin cimientos. El torrente golpeó con ímpetu contra ella; en seguida cayó y fue grande la ruina de aquella casa”.
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